Entre las rejas
Se trata de la familiar de un joven de 16 años quien, junto a un amigo de 15, robó a punta de cuchillo el teléfono a un nene de 12. Su cómplice había caído cuando lo corrieron “vecinos justicieros” y se refugió en una casa ajena donde lo rodearon hasta llegar la Policía.
La madre de un adolescente de 16 años que cometió un asalto callejero decidió entregar al menor en una comisaría, a la cual acudió totalmente furiosa e indignada. “Si tiene que ir preso, que vaya”, dijo la mujer apenas pisó la dependencia policial. Sin embargo, unas pocas horas después la Justicia liberó al “pibe chorro”.
El inusual episodio sucedió ayer a la mañana en la seccional Decimoquinta del barrio Río Paraná de la capital de Corrientes, adonde la noche anterior ingresó en calidad de demorado un muchacho de 15 años que también fue señalado como partícipe del atraco en perjuicio de un niño de 12.
De acuerdo a la información conocida por diario época, la progenitora del joven de 16 años tomó tal decisión apenas supo de la acusación que pesaba sobre su hijo.
Todo comenzó en la noche del jueves. Eran cerca de las 22 cuando a pocos metros de la esquina de calles Santa Catalina y Río Miriñay, en el barrio San Roque Oeste, un par de malvivientes interceptaron en la vía pública a un chico que manipulaba un teléfono celular mientras caminaba a comprar a un kiosco.
Mostrándole un arma blanca amenazaron a la víctima y le quitaron el aparato de comunicación.
El rápido pedido de ayuda a gritos del niño, además de que un testigo observó tal acto delictivo, generó una persecución de “vecinos justicieros” y parientes de la víctima a los asaltantes, quienes comenzaron a correr en distintas direcciones.
Uno de los malvivientes logró su cometido de escapar no sin antes dejar tirado el celular sustraído. Pero su cómplice no tuvo mejor suerte. Seguido por una turba de personas enfurecidas entró a una vivienda ajena donde lo rodearon.
Autoridades de la comisaría mencionada, ya alertada de los incidentes, acudió de forma urgente para concretar la demora del menor que estaba “llorando” en un patio, escuchando los insultos de vecinos.
El dueño de casa dijo no tener relación con ese malviviente y no puso reparos en dejar pasar a la Policía antes de que pasara algo más grave.
El transcurrir de las horas hizo lo suyo. Notificada del acto que protagonizó el menor de 15 años demorado fue su madre quien llegó a la comisaría para interiorizarse de todo.
Esa mujer, luego, al parecer porque su hijo le mencionó con quién “andaba” al momento de cometer el robo, decidió ir ayer a la mañana bien temprano a la casa del otro menor.
En esa vivienda fue recibida por la mamá del muchacho de 16 años, quien al escuchar lo que le decían montó en cólera y fue a buscar a su hijo a la habitación en la que él se había encerrado desde la medianoche.
“Que se arregle con la Justicia. Yo no le enseñé a hacer estas cosas. Nada le falta, le di todo”, serían otras frases que dijo la mujer apenas entró a la comisaría llevando al menor que figuraba prófugo y denunciado como asaltante.
El inusual episodio sucedió ayer a la mañana en la seccional Decimoquinta del barrio Río Paraná de la capital de Corrientes, adonde la noche anterior ingresó en calidad de demorado un muchacho de 15 años que también fue señalado como partícipe del atraco en perjuicio de un niño de 12.
De acuerdo a la información conocida por diario época, la progenitora del joven de 16 años tomó tal decisión apenas supo de la acusación que pesaba sobre su hijo.
Todo comenzó en la noche del jueves. Eran cerca de las 22 cuando a pocos metros de la esquina de calles Santa Catalina y Río Miriñay, en el barrio San Roque Oeste, un par de malvivientes interceptaron en la vía pública a un chico que manipulaba un teléfono celular mientras caminaba a comprar a un kiosco.
Mostrándole un arma blanca amenazaron a la víctima y le quitaron el aparato de comunicación.
El rápido pedido de ayuda a gritos del niño, además de que un testigo observó tal acto delictivo, generó una persecución de “vecinos justicieros” y parientes de la víctima a los asaltantes, quienes comenzaron a correr en distintas direcciones.
Uno de los malvivientes logró su cometido de escapar no sin antes dejar tirado el celular sustraído. Pero su cómplice no tuvo mejor suerte. Seguido por una turba de personas enfurecidas entró a una vivienda ajena donde lo rodearon.
Autoridades de la comisaría mencionada, ya alertada de los incidentes, acudió de forma urgente para concretar la demora del menor que estaba “llorando” en un patio, escuchando los insultos de vecinos.
El dueño de casa dijo no tener relación con ese malviviente y no puso reparos en dejar pasar a la Policía antes de que pasara algo más grave.
El transcurrir de las horas hizo lo suyo. Notificada del acto que protagonizó el menor de 15 años demorado fue su madre quien llegó a la comisaría para interiorizarse de todo.
Esa mujer, luego, al parecer porque su hijo le mencionó con quién “andaba” al momento de cometer el robo, decidió ir ayer a la mañana bien temprano a la casa del otro menor.
En esa vivienda fue recibida por la mamá del muchacho de 16 años, quien al escuchar lo que le decían montó en cólera y fue a buscar a su hijo a la habitación en la que él se había encerrado desde la medianoche.
“Que se arregle con la Justicia. Yo no le enseñé a hacer estas cosas. Nada le falta, le di todo”, serían otras frases que dijo la mujer apenas entró a la comisaría llevando al menor que figuraba prófugo y denunciado como asaltante.
Los adolescentes fueron puestos a disposición de la Justicia que decidió concederles la libertad. Volvieron a sus casas “bajo guarda” de los padres. Tal medida, se presume, la adoptaron las autoridades porque ninguno de los imputados registraba antecedentes.
