Dos civiles que desempeñaban funciones en el
Servicio de Emergencias 911, fueron suspendidos de manera provisoria y se
encuentran bajo investigación administrativa luego de que la Jefatura de
Policía tomara conocimiento de un episodio que se produjo el pasado sábado, cuando
una ciudadana se comunicó para denunciar que fue víctima de violencia de
género.
En la oportunidad, la mujer pidió la intervención
de la Policía ante una situación violenta; la operadora le pide la dirección y
la afectada da mal el domicilio. La Policía concurre al lugar, como no
encuentra la casa, regresa a la base.
La víctima vuelve a llamar y brinda la información
correcta. Una vez allí, la situación era calma pero los efectivos policiales
ofrecen a la afectada realizar la denuncia correspondiente pero la mujer
afectada prefirió no hacerla.
Luego, la ciudadana denunció en medios de
comunicación que la operadora del 911 informó a un compañero de trabajo,
acusado como agresor, que la afectada lo estaba denunciando. Esta situación
está siendo investigada, mientras los operadores fueron apartados de sus
funciones.
Mientras tanto, el Centro de Contención y Monitoreo
de Violencia de Género, a cargo de Claudia Romero Valdés, tomó intervención en
caso y se ocupa personalmente de la denunciante.