Con el inicio del verano, las
altas temperaturas y la falta de lluvias, las últimas horas del año vienen
siendo de intenso trabajo para los Bomberos que combaten varios incendios a la
misma vez en diferentes puntos del territorio, en algunos casos con mayores
dificultades para controlar la situación.
La situación es "bastante
preocupante", siendo la temperatura y el humo "brutal" a su vez
el calor tampoco ayuda y los Bomberos deben trabajar en temperaturas de
aproximadamente 600º grados.
La vegetación se encuentra seca
lo que facilita el trabajo del fuego haciendo incluso más complicado frenar las
llamaradas y prever su avance.
La estrategia de los Bomberos es
establecer cortafuegos y humedecer la zona para evitar que el fuego se esparza.
La lluvia pronosticada para este jueves a partir de la siesta y tarde sería un
alivio.
El aporte de lluvia podría
"agilizar" los trabajos de extinción de las llamas. Radio Dos




