La Policía liberó ayer a la
madrugada al trabajador que mató a tiros a un delincuente al que sorprendió,
una vez más, intentando robar en su casa. El fiscal hizo lugar al pedido
formulado por la defensa. El acusado debió cambiarse de casa con su familia,
ante la amenaza de linchamiento por parte de familiares del fallecido. El
fiscal solo lo imputaría por tenencia ilegal del arma, ya que entendió que hizo
uso de la legítima defensa, indicaron ayer fuentes cercanas a la investigación.
Pasadas las 3, R. R. Romero, de
44, fue dejado en libertad, luego de que la defensa presentara un pedido de
excarcelación. Estaba detenido en la comisaría Octava de la capital correntina,
inicialmente acusado del homicidio de Yamíl Sandoval, un joven de 22 años a
quien sorprendió dentro de su vivienda intentando robar una motocicleta. No era
la primera vez que Romero era blanco de la inseguridad, y como si fuera poco,
de nuevo a manos del mismo delincuente.
Según trascendió, el hombre había
declarado que vio que un desconocido había saltado los tejidos de su casa y
pretendía llevarse la motocicleta que estaba en el patio, por lo que fue a
buscar su revólver y disparó al bulto, jamás tuvo intenciones de matar a nadie
y solo había pensado en darle un susto. Lo cierto es que una de las balas del
arma calibre 22 dio en el abdomen de Sandoval, quien alcanzado y herido saltó
el tejido de la finca y corrió varios metros para caer herido de muerte a media
cuadra del lugar.
Al menos dos testigos pudieron
corroborar, no solo los disparos que efectuó Romero, sino que lo vieron salir a
Sandoval de la propiedad del trabajador saltando el tejido, para luego
desplomarse a unos pocos metros.
Si bien, el fiscal Gustavo
Roubineau, que tiene por estas horas la causa en investigación, entendió que
Romero hizo uso de la legítima defensa contra el delincuente, sí podría
imputarlo por el delito de tenencia ilegal de arma de fuego, ya que el agresor
no contaba con documentación de la "Tauro" calibre 22 que le dio a la
Policía el sábado, a la medianoche, cuando se entregó voluntariamente tras el
homicidio.
El cuerpo del ladrón estuvo
varias horas en la morgue antes de ser entregado a la familia para su
inhumación, ya que al parecer no encontraban su documento para poder retirarlo
y trasladarlo.
Amenazados
En este contexto, luego de ser
liberado Romero y su familia se vieron obligados a salir de la casa en la que
se encontraban y por consejo de su abogado mudarse provisoriamente a un lugar
más seguro, ya que habían recibido amenazas por parte de la familia del joven
muerto, de que iban a tomar venganza y le prenderían fuego la vivienda. Una vez
más, como ya pasó en el mes de abril con Ramos, otro trabajador que mató a un
bandido que había robado reiteradas veces su casa, los familiares del bandido
tomaron venganza volviendo a desvalijar toda la vivienda del
"justiciero", destrozando a la vez toda la propiedad. Romero no tiene
asignada una custodia policial en su casa y son sus propios vecinos y amigos en
el barrio San Jorge, que de alguna manera están cuidando que nadie provoque
daños en su vivienda.
Fuente: época