Durante la tarde de ayer otros
dos edificios céntricos quedaron en cuarentena por tener entre sus habitantes
un caso positivo de covid-19. Estos se sumaron a los siete que había hasta el
martes último y la cifra total de viviendas (entre casas y propiedad horizontal)
alcanzaba ayer los 113, distribuidas en la mayoría de los barrios capitalinos.
Con la multiplicación de casos
positivos en la ciudad, a un ritmo de entre 20 y 25 nuevos por día, además de
la cantidad que debe permanecer en aislamiento preventivo, la tarea de colocar
las 24 horas un efectivo policial, durante 14 días, para que verifiquen y
controlen el estricto cumplimiento de los protocolos de aislamiento tornan la
situación cada vez más dificultosa.
Por la misma razón, la fuerza de
seguridad provincial junto con el Comité de Crisis de la Provincia debió
diseñar un nuevo sistema de control que ya no pasa por disponer de un policía
por turno en la puerta de una casa o edificio sino realizar recorridas permanentes
con un móvil por los domicilios cercanos y que se encuentran en una misma zona
de la ciudad.
Ya desde esta semana se dispuso
personal de guardia permanente en los edificios de departamentos aislados,
mientras que las propiedades individuales son monitoreadas por un grupo de
patrullas que recorren las calles con ese propósito.
En declaraciones mediáticas, el
jefe de la División de Seguridad Metropolitana, César Fernández, explicó que
por ahora mantienen los dos sistemas en forma simultánea y la preocupación se
centra en la posibilidad de que el crecimiento de casos se dé en forma exponencial.
“Nosotros cuidamos los edificios con un policía. El otro sistema de cuidado que
hacemos en los domicilios es con vehículos policiales: un móvil recorre 15 o 20
domicilios en un circuito de recorrida”.
“Se cambió la metodología porque
no tenemos la capacidad de hombres para cuidar tantas viviendas”, dijo
Fernández, ya que hasta el lunes tenían a su cargo el control de 111
domicilios con covid-19 positivo, lo que implicaría utilizar casi 500 efectivos
para cubrir todos los turnos.
La situación se torna más difícil
aún porque no se pueden descuidar los distintos operativos y retenes de control
que se instalaron en la ciudad, para controlar la circulación vehicular, teniendo
en cuenta la medida de reducir el tránsito.
Si a ello se suma, que también
entre la fuerza, se encuentran con personal que se vio contagiado de covid, tal
como ocurrió con el personal de la Comisaría 10ª del barrio Laguna Brava, que
tuvo que ser reemplazada por haber tenido contacto con un caso positivo.
De hecho, los agentes policiales
que se encontraban bajo aislamiento preventivo finalizaron ayer el aislamiento
preventivo el cual llevaban a cabo desde el pasado 26 de agosto. Eran 23
policías y 8 aspirantes de la Comisaría 10ª.